lunes, 28 de junio de 2010

La microfotografía como obra plástica;

representación de los cuatro elementos:

Tierra, agua, aire y fuego.

Introducción.

“sería igualmente indicado recordar que las artes son ciencias”[1]

En este ensayo se contemplan las diferencias y relaciones entre la plástica-artística y la fotografía científica. Sustentando en nuestra hipótesis de trabajo que el empleo de la microfotografía en la realización de imágenes artísticas, a través de la representación de los cuatro elementos vitales: Tierra, agua, aire y fuego, puede señalarnos atributos que correspondan con las artes y así crear un vínculo entre la ciencia y el arte.

Partiremos de repasar brevemente los sucesos que acercaron y distanciaron a la ciencia y del arte. Entonces, se ofrecerá una concisa definición de la fotografía científica y el arte, para señalar los fines y objetivos de cada disciplina. Con lo cual, se podrán observar las instancias en que estas áreas han interactuado; ello, dependiendo del estilo o la época artística en que fueron conceptualizadas y valorizadas. Posteriormente y desde la visión de Durelli, contemplamos la propuesta de ver a la fotografía científica como expresión artística; ya que examina y compara las composiciones que nos ofrece la microfotografía con realizaciones y conceptos artísticos.

Por último y en la opinión de Danto Arthur, se considera observar al arte contemporáneo para analizar las posibilidades de introducción y pertinencia de la microfotografía como obra plástica. Estimando características como el discurso, la apropiación, la apertura de las tradiciones artísticas, y el uso de nuevas técnicas y herramientas tecnológicas.

Antecedentes.

En la sociedad artística de occidente era común percibir que artistas fungieran como científicos al observar formas en la naturaleza para analizar, experimentar y documentar encuentros; por ejemplo, a través de estudios o experimentos elaboraban substancias químicas propicias para la elaboración de pinturas o soportes, que serían útiles para plasmar un estilo y expresar una cosmovisión. Con ello, podríamos decir que se pudo observar un desarrollo entre la ciencia y el arte casi simultáneo y sin grandes problemáticas, esto hasta el siglo XVIII.

Al pasar el tiempo, estas disciplinas han delimitado sus campos y áreas de estudio dependiendo de la actividad intelectual o manual que les interese desempeñar. A principios del Siglo XIX se dieron notables tenciones entre estas áreas; debido a que “el arte (el saber hacer) alcanzaba poco a poco al ámbito de la técnica o de la tecnología, alejándose del arte pero aproximándose a la ciencia”[2].

A finales del siglo XIX la situación se fue complicando más al producirse críticas contra la industria, que en sí era lo que producía la ciencia. La desaprobación iba en torno a que la ciencia descuidaba los aspectos sociales por favorecer sus progresos técnicos; es decir “los progresos de la industria, que son los de la ciencia, […] han creado en el mundo nuevas formas de miseria, más agudas, más intolerables”[3]. Ante este tipo de críticas, de alguna manera, se ratificó la segmentación entre estas disciplinas.

Hacia principios del siglo XX y ante valoraciones del arte como y de la ciencia, se abrieron espacios en donde estos convergieron. Uno de los factores o causantes, quizás determinante para que estás áreas pudieran encontrase, es la fotografía. Ésta, al contar con un atributo dualística, ha podido permear en diversas áreas y hacia distintos usos; en sí, “la fotografía posee en si misma cualidades… que facilitan a este navegante el cruzar las fronteras entre ciencia y arte”[4].

Es un hecho que en la actualidad la fotografía se encuentra inmersa en diversas áreas, muestra de ello es el uso frecuente de la fotografía en la ciencia; ya sea para investigar, registrar, documentar o experimentar. Por otra parte, también es ocupada en diversas disciplinas humanísticas; como la artística, para la producción de obra plástica o como proceso para la realización de un producto.

De igual manera, es claro que la fotografía aunque se encuentre presente en las áreas científicas o humanísticas su uso cumple diferentes objetivos, según las finalidades de cada área. Sin embargo, existe un instrumento que ha logrado traspasar estas limitantes; ya que durante un periodo se emparentó con un estilo artístico (el abstracto). Nos referimos a la fotografía científica o microfotografía, la cual abordaremos a continuación.

Desarrollo.

La microfotografía o fotografía científica, en sí, es una técnica empleada para fines científicos; ya que permite a biólogos, químicos y físicos observar, documentar y experimentar con microorganismos, substancias o reacciones físicas. Por otra parte, el arte es una actividad humanística que tiene como finalidad crear un “sentir” hacia el espectador; ello a través de procesos pictóricos, escultóricos o plásticos.

En la actualidad, son claros las finalidades y objetivos de estudio de cada disciplina. No obstante, estos campos de formación podrían compartir recursos hacia un bien común; ya que, “las ciencias y el arte, si bien son diferentes en muchas formas, no se excluyen mutuamente ni son fundamentalmente contradictorias… son parte complementarias”[5].

Existen estudios científicos que han volteado a ver hacia cuestiones artísticas, como es el caso de Augusto Durelli (1910-1999), quien plantea a la fotografía científica como expresión artística a través de la humanización del hombre de ciencia; en específico argumenta que: “las configuraciones que puedan conducir en el observador impresiones estéticas sean consideradas como expresiones de [ciencia artística] o [log – art]”[6].

Ciencia artística [log-art]

La proposición que nos ofrece Durelli contempla la posibilidad de que el hombre de ciencia pase de ser puramente observador a verse como autor y así humanizar su labor. Pero más allá de ello, lo relevante en su propuesta es que funge como indicador del concepto de ciencia artística, ya que analizó patrones característicos en el arte que coincidieran con la fotografía científica; para así, hacer visibles las posibles asociaciones entre la ciencia y el arte.

Sin embargo, esta propuesta se ha quedado en exhortaciones, quizás porque “ningún arte puede obtenerse científicamente. La ciencia por su naturaleza pertenece al campo de las leyes”[7]. A pesar de ello y de manera opuesta, se puede asociar el arte con la ciencia; debido a que “el arte por su naturaleza misma es libre de relaciones fijas”[8]; es decir por su esencia humanística, tiene la cualidad de poderse adecuar hacia otras áreas como lo son, y en este caso, las científicas.

Muestra de ello está en que dentro de las actividades o estudios que se han mostrado o desarrollado en el arte, la microfotografía se le ha emparentado hacia el estilo abstracto o minimalista (1910); ya que al “producir configuraciones semejantes en forma deliberada, con el objeto de expresar y transmitir un sentimiento”[9] ha encontrado un espacio en el arte. De igual forma, las imágenes microfotográficas se vinculan con el estilo minimalista o abstracto; debido a que “no necesita justificar la representación de las figuras sino que tiende a utilizar un lenguaje visual propio con significados variados”[10].

Otra causa por la cual ha tenido pertinencia la fotografía científica en las cuestiones artísticas es el cierto nivel de belleza; derivado de las características compositivas, armónicas y estéticas que pueden presentar las imágenes microfotográficas. De igual manera y sin dejar escapar, se ha comentado que el material es factor necesario para obtener realizaciones de belleza, pero en la fotografía científica “la belleza depende menos de la materia que de la forma”[11].

Es un hecho, y como anteriormente se comentó, que este tipo de fotografía su campo de aplicación es hacia la ciencia, “pero ello no quita que pueda fijar combinaciones de aspecto que, además, produzcan impresiones estéticas”[12]; es decir, al apreciar la imagen en su composición habitual se puede valorar una estética en el objeto o substancia fotografiada. Estos valores si son correctamente empleados pueden dotar a la imagen microfotográfica de una sensación de sublimidad y, en el mejor de los casos, presentar una escala de belleza.

Por tales motivos, las imágenes microfotográficas han mostrado y presentaron una notable asociación entre ciencia y arte; ya que muestran relación con las anteriores definiciones y con “ciertas características integrales de armonía, proporción de partes y frecuentemente color y profundidad”[13].

Aún así, este periodo y estas razones en que fue vista la imagen microfotográfica dentro de un estilo artístico, en la actualidad no han tenido importantes usos o aplicaciones dentro de las artes plásticas. Por lo tanto, es necesario observar el arte contemporáneo para ubicar y encontrar su pertinencia académica, ya que la microfotografía podría ser un importante recurso, que debe ser explotado en la plástica artística contemporánea.

La fotografía científica en el arte contemporáneo.

A partir de las valoraciones que se le han hecho al arte, desde la segunda mitad del siglo XX, el arte contemporáneo[14] muestra una mayor apertura hacia nuevas formas de expresión al no estar tan ligado a las normas tradicionalistas que se han mantenido en la historia del arte; es decir, “los artistas se han liberado de la carga de la historia y fueron libres de hacer arte en cualquier sentido que desearan, con cualquier propósito que desearan, o sin ninguno. Esta es la marca del arte contemporáneo”[15]. Empero, no todas las indicaciones tradicionalistas han desaparecido, hay algunas que aún conservan su vigencia sin importar el estilo o la época por la que atraviese el arte.

El discurso[16], siendo la esencia de toda obra, es uno de estos criterios tradicionalistas que, invariablemente del tiempo, ha tenido continuidad. Por consiguiente, el arte contemporáneo aún conserva esta característica. Otra rasgo que se ha conservado; ya que a través de la historia y de diversas formas se ha ocupado, es la apropiación[17] de la imagen, que ha sido más empleada y perceptible en el arte contemporáneo; teniendo este la intención de intervenir[18] la imagen para poder re-significarla hacia una situación actual que se pretenda representar.

En cierta medida, lo que también caracteriza al arte actual “es que dispone del arte del pasado para el uso que los artistas le quieran dar”[19]; que también, este recurso, es parte de la apropiación. Precisamente, estos rasgos son los que se han conservado y de alguna manera evolucionado dentro de las normas tradicionalistas; pero han existido notables cambios que hay que hacer notar en el arte contemporáneo.

En sí, lo que ha cambiado son los tipos de discursos adecuados al contexto actual que nos encontremos describiendo. Dentro de la apreciación de Danto, el relato en el arte actual ha muerto, lo que sigue en pie es el tema; es decir, “lo que había llegado a su fin era ese relato pero no el tema del mismo relato”[20]. A lo que se refiere es que ya no hay nuevos relatos, se retoman discursos que se han visto, esculpidos o pintados a lo largo de la historia artística para, y con base a un tema, realizar una obra.

Así mismo, se han modificado algunos procesos en la realización de la obra, como es la inmersión de la tecnología visual[21] en los procedimientos artísticos. Muestra de ello es el empleo de la multimedia para componer, realizar o exponer labores plásticas o artísticas; ya que la tecnología “visual ofrece una independencia artificial de los demás sentidos, que apenas tiene relación con la experiencia real”[22].

No obstante y en general, estos son los dos grandes cambios que han caracterizado al arte contemporáneo (el relato y la introducción de nuevos procesos tecnológicos) y qué son funcionales para lo que se describe en el presente manuscrito. Lo importancia de estos factores es señalar que el arte tiene mayor flexibilidad con atrás áreas no humanísticas y con las cuales interactúa paralelamente hacia bienes comunes.

Es verdad que existen otros factores que identifican al arte contemporáneo como: el “paraíso fiscal”, la ausencia de una escuela, la presencia de una justificación filosófica para una representación artística, lo discursivo entre lo significativo y lo que es posible, y la explotación de las ocurrencias. Temas que se abordarán a detalle en próximas líneas de investigación; ya que, por el momento, nos son pertinentes en el presente escrito.

Conclusiones.

Es claro que la fotografía científica y el arte pueden tener objetivos y finalidades específicos dependiendo de sus campos de estudio, pero ello no excluye que puedan compartir recursos para realizar o analizar algún tema de su interés. Esto se puede observar en la esencia humanística del arte; ya que puede facilitar la interacción hacia otras ciencias. De igual forma y aunque es complicado, debido a que la ciencia obedece al mundo de las leyes, el área científica puede vincularse con el arte a través de proporcionar conocimientos técnicos y herramientas[23] en la retención de imágenes.

Por lo tanto, podríamos concluir que la microfotografía es un recurso que se debe emplear en las artes plásticas; ya que comparte características compositivas, armónicas y estéticas que podría proporcionar una esencia de sublimidad y, en el mejor de los casos, un cierto nivel de belleza atribuida por las formas apreciadas en los fenómenos físicos o naturales que representa la fotografía científica.

Así mismo, este tipo de imágenes fotográficas puede tener un gran campo de interacción en la plástica-artística contemporánea; debido a que ante la apertura en las normas tradicionalistas, la apropiación, la intervención y re-significación de los discursos es factible trabajar la microfotografía hacia realizaciones plásticas contemporáneas; en específico, la microfotografía al carecer de un discurso podría optar por la manipulación de la imagen para darle carácter a la obra[24].

Por ello es que al contar con elementos compositivos armónicos y estéticos, así como de la intervención; la imagen microfotográfica tiene en cierta medida pertinencia en las artes plásticas. Y de igual forma, a través de la microfotografía señalamos atributos que vinculan las áreas científicas con la artísticas. Por lo tanto, estas áreas en el arte contemporáneo pueden tener un apreciable entendimiento


Bibliografía.

· Danto, Arthur C. Después del fin del arte. El arte contemporáneo y el linde de la historia, Paidos, 1999.

· Durelli, Augusto J. La fotografía científica como expresión artística (log-Art). México, UNAM, 1982.

· Gomes Cassidy, Harold. Las ciencias y las artes. Nueva York, Ediciones Taurus, 1962.

· Lynn Glynn, Gale. Rosales Ramírez, Arturo. Rodrigo Enríquez, Corinna. Fotografía, Manual básico de blanco y negro, México, Ediciones UNAM, 2007.

· Mirzoeff, Nicholas. Una introducción a la cultura visual. Barcelona, Paidós, 2003.

· Picaude, Velérie. Arbaïzar, Phlippe. La confusión de los géneros en fotografía. Francia, Gustavo Gilli, 2004.

· Vicente, Sonia. “Arte y ciencia. Reflexiones en torno a sus relaciones” en Huellas, Argentina, No. 3, Mendoza, 2003.

Fuentes de consulta.

· Barthes, Roland. La cámara lúcida. Nota sobre fotografía. Barcelona, Paidós, 1989.

· Lupesco Stéphane. Nuevos aspectos del arte y la ciencia. Madrid, Guadarrama, 1967.

Cybergrafía.

· Fargas, Joaquín. “El encuentro del arte, la ciencia y la tecnología”, en Razón y Palabra, No. 65, México, 2009. http://www.razonypalabra.org.mx/N/n65/actual/jfargas.html

· http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/174/vicenteHuellas3.pdf (18 de junio de 2010).

· http://www.wordreference.com/definicion/abstracción (04/03/10).



[1] Vicente, Sonia. “Arte y ciencia. Reflexiones en torno a sus relaciones” en Huellas, Argentina, No. 3, Mendoza, 2003. P. 9.

http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/174/vicenteHuellas3.pdf (18 de junio de 2010).

[2] Picaudé, Velérie. Araïzar, Philippe. La confusión de los géneros en fotografía. Francia, Gustavo Gilli, 2004. P.177

[3] Picaudé, Velérie. Araïzar, Philippe. La confusión de los géneros en fotografía. Francia, Gustavo Gilli, 2004. P.177

[4] Ibídem., P. 178

[5] Gomes Cassidy, Harold. Las ciencias y las artes. Nueva York, Ediciones Taurus, 1962. P., 14

[6] Durelli, Augusto J. La fotografía científica como expresión artística (log-Art). México, UNAM, 1982, Sn.

[7] Ibídem., Sn.

[8] Ibídem., Sn.

[9] Durelli, Augusto J. La fotografía científica como expresión artística (log-Art). México, UNAM, 1982, Sn.

[10] http://www.historiayarte.net/a-arte-abstracto.html (18 de junio de 2010)

[11] Durelli, Augusto J. La fotografía científica como expresión artística (log-Art). México, UNAM, 1982, Sn

[12] Ibídem., Sn.

[13] Durelli, Augusto J. La fotografía científica como expresión artística (log-Art). México, UNAM, 1982, Sn.

[14] Contemporáneo: En el sentido más obvio, significa lo que acontece ahora, el arte contemporáneo sería el arte producido por nuestros contemporáneos. Concepto retomado de Danto Arthur C. Después del fin del arte. El arte contemporáneo y el linde de la historia, Barcelona, Paidos, 1999. P. 32

[15] Danto, Arthur C. Después del fin del arte. El arte contemporáneo y el linde de la historia, Barcelona, Paidos, 1999. P. 37

[16] Con discurso nos referimos al tema, alegoría o carácter que se le quiere dar a la obra.

[17] Apropiación: Acomodar o aplicar con propiedad las circunstancias o moralidad de un suceso al caso de que se trata.

[18] Podríamos clasificar a la intervención como la manipulación de esculturas, pinturas o imágenes a través de diversas técnicas o herramientas tecnológicas y analógicas.

[19] Danto Arthur C. Después del fin del arte. El arte contemporáneo y el linde de la historia, Barcelona, Paidos, 1999. P. 27

[20] Ibídem., P. 27

[21] Se entiende por tecnología visual cualquier forma de aparato diseñado ya sea para ser observado o para aumentar la visión natural, desde la pintura al óleo hasta la televisión e internet.

[22] Mirzoeff, Nicolas. Una introducción a la cultura visual. Barcelona, Paidos, 2003. P. 21

[23] Con herramientas nos referimos al microscopio o al polariscopio, con los cuales se observan los compuestos o substancias orgánicas, químicas o físicas. Por otra parte, moré, grillas, películas frágiles son las técnicas que el hombre de ciencia ocupa para distinguir los elementos de los compuestos o substancias.

[24] En este caso, el discurso va dirigido a los cuatro elementos vitales: Tierra, agua, aire y fuego. Se Analizará y representará a través de la visión oriental y occidental, en primera instancia. Consecuentemente se analizarán y representarán estos elementos por medio de la cosmovisión astróloga. Por último se simbolizarán los elementos vitales de la cultura prehispánica.

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