lunes, 28 de junio de 2010

La microfotografía como obra plástica;

representación de los cuatro elementos:

Tierra, agua, aire y fuego.

Introducción.

“sería igualmente indicado recordar que las artes son ciencias”[1]

En este ensayo se contemplan las diferencias y relaciones entre la plástica-artística y la fotografía científica. Sustentando en nuestra hipótesis de trabajo que el empleo de la microfotografía en la realización de imágenes artísticas, a través de la representación de los cuatro elementos vitales: Tierra, agua, aire y fuego, puede señalarnos atributos que correspondan con las artes y así crear un vínculo entre la ciencia y el arte.

Partiremos de repasar brevemente los sucesos que acercaron y distanciaron a la ciencia y del arte. Entonces, se ofrecerá una concisa definición de la fotografía científica y el arte, para señalar los fines y objetivos de cada disciplina. Con lo cual, se podrán observar las instancias en que estas áreas han interactuado; ello, dependiendo del estilo o la época artística en que fueron conceptualizadas y valorizadas. Posteriormente y desde la visión de Durelli, contemplamos la propuesta de ver a la fotografía científica como expresión artística; ya que examina y compara las composiciones que nos ofrece la microfotografía con realizaciones y conceptos artísticos.

Por último y en la opinión de Danto Arthur, se considera observar al arte contemporáneo para analizar las posibilidades de introducción y pertinencia de la microfotografía como obra plástica. Estimando características como el discurso, la apropiación, la apertura de las tradiciones artísticas, y el uso de nuevas técnicas y herramientas tecnológicas.

Antecedentes.

En la sociedad artística de occidente era común percibir que artistas fungieran como científicos al observar formas en la naturaleza para analizar, experimentar y documentar encuentros; por ejemplo, a través de estudios o experimentos elaboraban substancias químicas propicias para la elaboración de pinturas o soportes, que serían útiles para plasmar un estilo y expresar una cosmovisión. Con ello, podríamos decir que se pudo observar un desarrollo entre la ciencia y el arte casi simultáneo y sin grandes problemáticas, esto hasta el siglo XVIII.

Al pasar el tiempo, estas disciplinas han delimitado sus campos y áreas de estudio dependiendo de la actividad intelectual o manual que les interese desempeñar. A principios del Siglo XIX se dieron notables tenciones entre estas áreas; debido a que “el arte (el saber hacer) alcanzaba poco a poco al ámbito de la técnica o de la tecnología, alejándose del arte pero aproximándose a la ciencia”[2].

A finales del siglo XIX la situación se fue complicando más al producirse críticas contra la industria, que en sí era lo que producía la ciencia. La desaprobación iba en torno a que la ciencia descuidaba los aspectos sociales por favorecer sus progresos técnicos; es decir “los progresos de la industria, que son los de la ciencia, […] han creado en el mundo nuevas formas de miseria, más agudas, más intolerables”[3]. Ante este tipo de críticas, de alguna manera, se ratificó la segmentación entre estas disciplinas.

Hacia principios del siglo XX y ante valoraciones del arte como y de la ciencia, se abrieron espacios en donde estos convergieron. Uno de los factores o causantes, quizás determinante para que estás áreas pudieran encontrase, es la fotografía. Ésta, al contar con un atributo dualística, ha podido permear en diversas áreas y hacia distintos usos; en sí, “la fotografía posee en si misma cualidades… que facilitan a este navegante el cruzar las fronteras entre ciencia y arte”[4].

Es un hecho que en la actualidad la fotografía se encuentra inmersa en diversas áreas, muestra de ello es el uso frecuente de la fotografía en la ciencia; ya sea para investigar, registrar, documentar o experimentar. Por otra parte, también es ocupada en diversas disciplinas humanísticas; como la artística, para la producción de obra plástica o como proceso para la realización de un producto.

De igual manera, es claro que la fotografía aunque se encuentre presente en las áreas científicas o humanísticas su uso cumple diferentes objetivos, según las finalidades de cada área. Sin embargo, existe un instrumento que ha logrado traspasar estas limitantes; ya que durante un periodo se emparentó con un estilo artístico (el abstracto). Nos referimos a la fotografía científica o microfotografía, la cual abordaremos a continuación.

Desarrollo.

La microfotografía o fotografía científica, en sí, es una técnica empleada para fines científicos; ya que permite a biólogos, químicos y físicos observar, documentar y experimentar con microorganismos, substancias o reacciones físicas. Por otra parte, el arte es una actividad humanística que tiene como finalidad crear un “sentir” hacia el espectador; ello a través de procesos pictóricos, escultóricos o plásticos.

En la actualidad, son claros las finalidades y objetivos de estudio de cada disciplina. No obstante, estos campos de formación podrían compartir recursos hacia un bien común; ya que, “las ciencias y el arte, si bien son diferentes en muchas formas, no se excluyen mutuamente ni son fundamentalmente contradictorias… son parte complementarias”[5].

Existen estudios científicos que han volteado a ver hacia cuestiones artísticas, como es el caso de Augusto Durelli (1910-1999), quien plantea a la fotografía científica como expresión artística a través de la humanización del hombre de ciencia; en específico argumenta que: “las configuraciones que puedan conducir en el observador impresiones estéticas sean consideradas como expresiones de [ciencia artística] o [log – art]”[6].

Ciencia artística [log-art]

La proposición que nos ofrece Durelli contempla la posibilidad de que el hombre de ciencia pase de ser puramente observador a verse como autor y así humanizar su labor. Pero más allá de ello, lo relevante en su propuesta es que funge como indicador del concepto de ciencia artística, ya que analizó patrones característicos en el arte que coincidieran con la fotografía científica; para así, hacer visibles las posibles asociaciones entre la ciencia y el arte.

Sin embargo, esta propuesta se ha quedado en exhortaciones, quizás porque “ningún arte puede obtenerse científicamente. La ciencia por su naturaleza pertenece al campo de las leyes”[7]. A pesar de ello y de manera opuesta, se puede asociar el arte con la ciencia; debido a que “el arte por su naturaleza misma es libre de relaciones fijas”[8]; es decir por su esencia humanística, tiene la cualidad de poderse adecuar hacia otras áreas como lo son, y en este caso, las científicas.

Muestra de ello está en que dentro de las actividades o estudios que se han mostrado o desarrollado en el arte, la microfotografía se le ha emparentado hacia el estilo abstracto o minimalista (1910); ya que al “producir configuraciones semejantes en forma deliberada, con el objeto de expresar y transmitir un sentimiento”[9] ha encontrado un espacio en el arte. De igual forma, las imágenes microfotográficas se vinculan con el estilo minimalista o abstracto; debido a que “no necesita justificar la representación de las figuras sino que tiende a utilizar un lenguaje visual propio con significados variados”[10].

Otra causa por la cual ha tenido pertinencia la fotografía científica en las cuestiones artísticas es el cierto nivel de belleza; derivado de las características compositivas, armónicas y estéticas que pueden presentar las imágenes microfotográficas. De igual manera y sin dejar escapar, se ha comentado que el material es factor necesario para obtener realizaciones de belleza, pero en la fotografía científica “la belleza depende menos de la materia que de la forma”[11].

Es un hecho, y como anteriormente se comentó, que este tipo de fotografía su campo de aplicación es hacia la ciencia, “pero ello no quita que pueda fijar combinaciones de aspecto que, además, produzcan impresiones estéticas”[12]; es decir, al apreciar la imagen en su composición habitual se puede valorar una estética en el objeto o substancia fotografiada. Estos valores si son correctamente empleados pueden dotar a la imagen microfotográfica de una sensación de sublimidad y, en el mejor de los casos, presentar una escala de belleza.

Por tales motivos, las imágenes microfotográficas han mostrado y presentaron una notable asociación entre ciencia y arte; ya que muestran relación con las anteriores definiciones y con “ciertas características integrales de armonía, proporción de partes y frecuentemente color y profundidad”[13].

Aún así, este periodo y estas razones en que fue vista la imagen microfotográfica dentro de un estilo artístico, en la actualidad no han tenido importantes usos o aplicaciones dentro de las artes plásticas. Por lo tanto, es necesario observar el arte contemporáneo para ubicar y encontrar su pertinencia académica, ya que la microfotografía podría ser un importante recurso, que debe ser explotado en la plástica artística contemporánea.

La fotografía científica en el arte contemporáneo.

A partir de las valoraciones que se le han hecho al arte, desde la segunda mitad del siglo XX, el arte contemporáneo[14] muestra una mayor apertura hacia nuevas formas de expresión al no estar tan ligado a las normas tradicionalistas que se han mantenido en la historia del arte; es decir, “los artistas se han liberado de la carga de la historia y fueron libres de hacer arte en cualquier sentido que desearan, con cualquier propósito que desearan, o sin ninguno. Esta es la marca del arte contemporáneo”[15]. Empero, no todas las indicaciones tradicionalistas han desaparecido, hay algunas que aún conservan su vigencia sin importar el estilo o la época por la que atraviese el arte.

El discurso[16], siendo la esencia de toda obra, es uno de estos criterios tradicionalistas que, invariablemente del tiempo, ha tenido continuidad. Por consiguiente, el arte contemporáneo aún conserva esta característica. Otra rasgo que se ha conservado; ya que a través de la historia y de diversas formas se ha ocupado, es la apropiación[17] de la imagen, que ha sido más empleada y perceptible en el arte contemporáneo; teniendo este la intención de intervenir[18] la imagen para poder re-significarla hacia una situación actual que se pretenda representar.

En cierta medida, lo que también caracteriza al arte actual “es que dispone del arte del pasado para el uso que los artistas le quieran dar”[19]; que también, este recurso, es parte de la apropiación. Precisamente, estos rasgos son los que se han conservado y de alguna manera evolucionado dentro de las normas tradicionalistas; pero han existido notables cambios que hay que hacer notar en el arte contemporáneo.

En sí, lo que ha cambiado son los tipos de discursos adecuados al contexto actual que nos encontremos describiendo. Dentro de la apreciación de Danto, el relato en el arte actual ha muerto, lo que sigue en pie es el tema; es decir, “lo que había llegado a su fin era ese relato pero no el tema del mismo relato”[20]. A lo que se refiere es que ya no hay nuevos relatos, se retoman discursos que se han visto, esculpidos o pintados a lo largo de la historia artística para, y con base a un tema, realizar una obra.

Así mismo, se han modificado algunos procesos en la realización de la obra, como es la inmersión de la tecnología visual[21] en los procedimientos artísticos. Muestra de ello es el empleo de la multimedia para componer, realizar o exponer labores plásticas o artísticas; ya que la tecnología “visual ofrece una independencia artificial de los demás sentidos, que apenas tiene relación con la experiencia real”[22].

No obstante y en general, estos son los dos grandes cambios que han caracterizado al arte contemporáneo (el relato y la introducción de nuevos procesos tecnológicos) y qué son funcionales para lo que se describe en el presente manuscrito. Lo importancia de estos factores es señalar que el arte tiene mayor flexibilidad con atrás áreas no humanísticas y con las cuales interactúa paralelamente hacia bienes comunes.

Es verdad que existen otros factores que identifican al arte contemporáneo como: el “paraíso fiscal”, la ausencia de una escuela, la presencia de una justificación filosófica para una representación artística, lo discursivo entre lo significativo y lo que es posible, y la explotación de las ocurrencias. Temas que se abordarán a detalle en próximas líneas de investigación; ya que, por el momento, nos son pertinentes en el presente escrito.

Conclusiones.

Es claro que la fotografía científica y el arte pueden tener objetivos y finalidades específicos dependiendo de sus campos de estudio, pero ello no excluye que puedan compartir recursos para realizar o analizar algún tema de su interés. Esto se puede observar en la esencia humanística del arte; ya que puede facilitar la interacción hacia otras ciencias. De igual forma y aunque es complicado, debido a que la ciencia obedece al mundo de las leyes, el área científica puede vincularse con el arte a través de proporcionar conocimientos técnicos y herramientas[23] en la retención de imágenes.

Por lo tanto, podríamos concluir que la microfotografía es un recurso que se debe emplear en las artes plásticas; ya que comparte características compositivas, armónicas y estéticas que podría proporcionar una esencia de sublimidad y, en el mejor de los casos, un cierto nivel de belleza atribuida por las formas apreciadas en los fenómenos físicos o naturales que representa la fotografía científica.

Así mismo, este tipo de imágenes fotográficas puede tener un gran campo de interacción en la plástica-artística contemporánea; debido a que ante la apertura en las normas tradicionalistas, la apropiación, la intervención y re-significación de los discursos es factible trabajar la microfotografía hacia realizaciones plásticas contemporáneas; en específico, la microfotografía al carecer de un discurso podría optar por la manipulación de la imagen para darle carácter a la obra[24].

Por ello es que al contar con elementos compositivos armónicos y estéticos, así como de la intervención; la imagen microfotográfica tiene en cierta medida pertinencia en las artes plásticas. Y de igual forma, a través de la microfotografía señalamos atributos que vinculan las áreas científicas con la artísticas. Por lo tanto, estas áreas en el arte contemporáneo pueden tener un apreciable entendimiento


Bibliografía.

· Danto, Arthur C. Después del fin del arte. El arte contemporáneo y el linde de la historia, Paidos, 1999.

· Durelli, Augusto J. La fotografía científica como expresión artística (log-Art). México, UNAM, 1982.

· Gomes Cassidy, Harold. Las ciencias y las artes. Nueva York, Ediciones Taurus, 1962.

· Lynn Glynn, Gale. Rosales Ramírez, Arturo. Rodrigo Enríquez, Corinna. Fotografía, Manual básico de blanco y negro, México, Ediciones UNAM, 2007.

· Mirzoeff, Nicholas. Una introducción a la cultura visual. Barcelona, Paidós, 2003.

· Picaude, Velérie. Arbaïzar, Phlippe. La confusión de los géneros en fotografía. Francia, Gustavo Gilli, 2004.

· Vicente, Sonia. “Arte y ciencia. Reflexiones en torno a sus relaciones” en Huellas, Argentina, No. 3, Mendoza, 2003.

Fuentes de consulta.

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Cybergrafía.

· Fargas, Joaquín. “El encuentro del arte, la ciencia y la tecnología”, en Razón y Palabra, No. 65, México, 2009. http://www.razonypalabra.org.mx/N/n65/actual/jfargas.html

· http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/174/vicenteHuellas3.pdf (18 de junio de 2010).

· http://www.wordreference.com/definicion/abstracción (04/03/10).



[1] Vicente, Sonia. “Arte y ciencia. Reflexiones en torno a sus relaciones” en Huellas, Argentina, No. 3, Mendoza, 2003. P. 9.

http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/174/vicenteHuellas3.pdf (18 de junio de 2010).

[2] Picaudé, Velérie. Araïzar, Philippe. La confusión de los géneros en fotografía. Francia, Gustavo Gilli, 2004. P.177

[3] Picaudé, Velérie. Araïzar, Philippe. La confusión de los géneros en fotografía. Francia, Gustavo Gilli, 2004. P.177

[4] Ibídem., P. 178

[5] Gomes Cassidy, Harold. Las ciencias y las artes. Nueva York, Ediciones Taurus, 1962. P., 14

[6] Durelli, Augusto J. La fotografía científica como expresión artística (log-Art). México, UNAM, 1982, Sn.

[7] Ibídem., Sn.

[8] Ibídem., Sn.

[9] Durelli, Augusto J. La fotografía científica como expresión artística (log-Art). México, UNAM, 1982, Sn.

[10] http://www.historiayarte.net/a-arte-abstracto.html (18 de junio de 2010)

[11] Durelli, Augusto J. La fotografía científica como expresión artística (log-Art). México, UNAM, 1982, Sn

[12] Ibídem., Sn.

[13] Durelli, Augusto J. La fotografía científica como expresión artística (log-Art). México, UNAM, 1982, Sn.

[14] Contemporáneo: En el sentido más obvio, significa lo que acontece ahora, el arte contemporáneo sería el arte producido por nuestros contemporáneos. Concepto retomado de Danto Arthur C. Después del fin del arte. El arte contemporáneo y el linde de la historia, Barcelona, Paidos, 1999. P. 32

[15] Danto, Arthur C. Después del fin del arte. El arte contemporáneo y el linde de la historia, Barcelona, Paidos, 1999. P. 37

[16] Con discurso nos referimos al tema, alegoría o carácter que se le quiere dar a la obra.

[17] Apropiación: Acomodar o aplicar con propiedad las circunstancias o moralidad de un suceso al caso de que se trata.

[18] Podríamos clasificar a la intervención como la manipulación de esculturas, pinturas o imágenes a través de diversas técnicas o herramientas tecnológicas y analógicas.

[19] Danto Arthur C. Después del fin del arte. El arte contemporáneo y el linde de la historia, Barcelona, Paidos, 1999. P. 27

[20] Ibídem., P. 27

[21] Se entiende por tecnología visual cualquier forma de aparato diseñado ya sea para ser observado o para aumentar la visión natural, desde la pintura al óleo hasta la televisión e internet.

[22] Mirzoeff, Nicolas. Una introducción a la cultura visual. Barcelona, Paidos, 2003. P. 21

[23] Con herramientas nos referimos al microscopio o al polariscopio, con los cuales se observan los compuestos o substancias orgánicas, químicas o físicas. Por otra parte, moré, grillas, películas frágiles son las técnicas que el hombre de ciencia ocupa para distinguir los elementos de los compuestos o substancias.

[24] En este caso, el discurso va dirigido a los cuatro elementos vitales: Tierra, agua, aire y fuego. Se Analizará y representará a través de la visión oriental y occidental, en primera instancia. Consecuentemente se analizarán y representarán estos elementos por medio de la cosmovisión astróloga. Por último se simbolizarán los elementos vitales de la cultura prehispánica.

jueves, 7 de enero de 2010

La microfotografía como obra plástica, representación de los cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego).

1.- Introducción.

La temática que se presentará en el actual ensayo corresponde hacia la microfotografía como obra artística y la representación de los cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego); en el que se investigarán las causas, factores y consecuencias del por qué estas tienen mucho en común por su estética, la composición y las proporciones que ofrecen; induciéndolas a cuestiones artísticas por medio de los elementos vitales antes mencionados, que será el discurso literario para su pertinencia en las bellas artes.

Para ello se analizarán y se describirán las confluencias entre el arte y la ciencia, buscando la producción de sentido artístico, según una determinada modalidad de lectura de la realidad. Por lo tanto, en primera instancia, se expondrán y conocerán los antecedentes entre la ciencia y el arte, con la finalidad de contextualizar y ubicar la circunstancia en nuestro espacio, lugar y tiempo. Una vez comprendido el entorno en que nos desenvolveremos, se hará un análisis comparativo entre las características de la fotografía científica en la estética artística. En el que se examinarán los factores técnicos y estéticos inherentes al arte y a la ciencia, para demostrar las interrelaciones que puedan tener las imágenes científicas con las artísticas, por ende, también, se hace una breve exposición de los factores simbólicos que podrían caracterizar a la microfotografía en esta disciplina.

Por último, se abordará, como subtema, a la conceptualización actual que se tiene entre la ciencia y el arte; en él, se presentarán motivos en los cuales la ciencia y el arte se encuentran relacionados en algún u otro estilo artístico contemporáneo, y se podrá apreciar que comparten causas en común, diluyendo las barreras que las han segmentado. Fue necesario hacer concisos comentarios proyectados hacia la diferenciación entre lo estético y lo artístico para evitar confusiones o sobre interpretaciones del tema que se está abordando.

2.- Desarrollo.

“La fotografía posee en sí misma cualidades contradictorias que facilitan a este navegante el cruzar las fronteras entre ciencia y arte”[1]

A través de la historia, la ciencia y la tecnología se encontraban íntimamente emparentadas, pero se fueron dando algunas diferenciaciones al pasar el tiempo. Podemos resumir este contexto histórico en tres etapas básicas en las que se dieron signos notables de sus divergencias y una cuarta para ver el estado en que se encuentran esta dos disciplinas en la contemporaneidad.

Con ello, una primera etapa comprende a la relación que se daba desde los griegos hasta finales del siglo XVII, en donde estas dos vertientes compartían relaciones humanísticas, de hecho era natural que los artistas fueran también científicos, ya sea por cuestiones matemáticas (geometría), químicas (tintas, emulsiones y soluciones) o biológicas (naturaleza); pero a lo largo de su existencia se empezaron a presentar algunas tenciones entre las dos áreas, por sus finalidades o su cosmovisión del mundo; es decir, la ciencia creó un método de investigación y de comprobación científica, en el que descartaba todas las circunstancias subjetivas para la realización de algún tratado, teoría u obra. Mientras que las artes, se seguían rigiendo por cuestiones más allegadas a los sentimientos, las emociones o el gusto por algo; podríamos comentar que eran situaciones totalmente humanísticas por las que se guiaban.

Un segundo periodo corresponde a cuando se realizaron estudios más profundos hacia los sentimientos, logrando distinguirlos uno del otro, esto dio pie el señalamiento estético durante el siglo XVIII, en el que se comenta que “Las bellas artes son reconocidas por la producción deliberada de fenómenos que suscitan tales sensaciones y que no pueden ser acogidas por su especificidad con las herramientas de la descripción o del cálculo”[2]. Así como la ciencia había empezado a marcar sus límites; las artes a través de sus reflexiones también empezaron a crear normas o leyes con las cuales también señalaban la especialización de su orientación; es decir, se enfatizaron las cuestiones emotivas, imaginativas o asociativas como objetos estéticos. Es aquí, en dónde se empezó a hacer más notable la disparidad entre la ciencia y el arte.

La tercera fase que data desde el siglo XIX, fue la que culminó, de cierta forma esta relación; en primera instancia por que “el concepto de tekhné (el arte, el saber hacer) alcanzaba poco a poco al ámbito de la técnica o de la tecnología, alejándose del arte pero aproximándose a la ciencia”[3]. Esto ocasionó grandes adelantos en la industria y dio pie a críticas, por parte de las artes; ya que el desarrollo de esta disciplina científica se despreocupaba por los aspectos sociales y humanísticos; es decir, se comentaba que “Los progresos de la industria, que son los de la ciencia,… han creado en el mundo entero nuevas formas de miseria, más agudas, más intolerables”[4].

Podríamos decir que estos ascenso científicos los apartaba el ámbito humanístico que las interrelacionaba; siendo que el arte, con ello, se proclamaba merecedor a este dominio humanitario, ya que presentaba un equilibrio con la naturaleza. En general, quizás, la disolución se dio porque el arte intentaba solo representar a la naturaleza y a la sociedad, mientras que la ciencia, a principios del siglo XIX, se empeñó por querer controlarla. Y es por esta concepción que se fueron ratificando las fronteras en estas dos disciplinas.

En la actualidad, con la llegada de la tecnología, que siempre ha estado de la mano con la ciencia, se han dado muestras en las que se puede apreciar una reconciliación a través de expresiones artísticas; ya que en lugar de “oponerse a la ciencia como puede oponerse una función intuitiva divergente a una racionalidad lineal, integra con ella un campo general de pensamiento”[5]. Por ello es que podemos comentar que en el presente, todas estas disputas o tensiones que han segmentado a las áreas, podrían encontrar un punto en común en el arte. Una muestra de ello es la microfotografía, que es una rama que desciende directamente de las ciencias biológicas, pero las imágenes que proporcionan esta técnica cuentan con cualidades estéticas que son proporcionadas, por esencia, en la naturaleza y por y las propiedades que componen a su referente; lo único que les faltaría incorporar es la presencia de un discurso, que les podría dar entrada a los objetivos del arte contemporáneo.

Una de las características esenciales de la ciencia es que se avocan a la producción de conocimientos en relación con la naturaleza o a los individuos en sociedad, a través de métodos de comprobación científica como la indagación y el esclarecimiento racional, por medio de la observación, la descripción, la pregunta, la hipótesis, la explicación y la manipulación de los resultados. Estas cualidades quizás nos hagan pensar en la extrema división que existe entre estas dos áreas, pero también hay que considerar las características artísticas que pueden compartir por medio de la microfotografía.

Por estética entendemos que “viene a ser lo mismo que sensibilidad o gusto. Cubre todos los sentimientos relativos a alguna de las categorías estéticas que han sido reconocidas”[6] a través de la historia de los estilos; es decir, comprende todo lo relacionado con los primeros sentimientos que el hombre dirige hacia la naturaleza; lo que quizás fue el inicio de lo estético fue la capacidad del hombre por sentir una sublimidad a través de la naturaleza, que sorprendía o causaba algún temor al percibir su grandiosidad o su divinidad.

Mientras que las cuestiones artísticas encuentran su finalidad en satisfacer necesidades estéticas de una colectividad, por medio de la producción de imágenes, objetos o acciones. En los que se interaccionan productores, distribuidores y consumidores en los que la sociedad “gira un cuerpo de ideas con sus ideales y necesidades, intereses y experiencias o conocimientos, y problemas o posibilidades”[7]. El individuo, que interacciona en uno de estos tres roles y según su cultura y en la sociedad que se encuentre inmerso, son parte fundamental para determinar el estatuto artístico de cada estilo de expresión y la relación que puedan compartir. En sí, es la sociedad, en últimas instancias y al correr del tiempo, quien ofrecerá una valoración artística a cada manifestación artística por innovadora que esta sea.

Por ende, la fotografía también cuenta con características esenciales y particulares, en cuanto a la toma, para tener incidencias con los parámetros que marca el medio artístico. Robert Demachy comenta que “una fotografía es artística cuando su composición e iluminación son correctas, cuando sus valores son verdaderos, su tonalidad acertada y su textura adecuada y, al mismo tiempo, positivada en una superficie que satisface al ojo del artista”[8].

Con ello podremos comentar que por parte de la composición, las imágenes científicas y en espacial las biológicas tienen mucho en común con la estética; debido a que objetos fotografiados en la naturaleza por esencia cuentan con una estructura armónica; de hecho desde épocas antiguas la proporción aurea que se presenta la naturaleza fue ocupada por grandes artistas para crear y ubicar la disposiciones de elementos o símbolos que denotaban una estética a sus realizaciones artísticas. En cuanto a la iluminación, se encuentra un poco limitada en las imágenes microfotográficas, que son las que atañan a nuestro estudio, y que son realizadas a través de microscopios; la iluminación se dirige en una forma cenital, lo que restringe en algún momento el realce de algún particular detalle o de alguna escena que se quiera dar a denotar. Lo que se podría hacer en estos casos es trabajar efectos de iluminación o de luces que nos pudieran proporcionar los recursos tecnológicos para no tener esta limitante.

Con los valores y la tonalidad no habrá ninguna problemática si el fotógrafo o científico conocen las características de la exposición correctas (obturación- diafragma), y así mismo de la mejor sensibilidad de película a utilizar para registrar la imagen a fotografiar, dado que en el caso de lo análogo, el saber escoger bien el rollo fotográfico nos puede proporcionar mejores contrastes, valores y tonalidad según la finalidad de la disciplina. Por parte de las texturas; hay características que por naturaleza ofrece la microfotografía, que en algunos casos es descuidada en la fotografía a plano abierto, y una de estas son las texturas; debido a que al proporcionarnos grandes acercamientos, permite observar relieves y a si percibir las texturas. Estas “pueden aportar a la reproducción de objetos un interesante carácter de realismo, además de suministrar detalles visuales al examen y una mayor veracidad”[9] de lo que se está observando.

Ya sea que la ciencia, a través de la microfotografía, quiera tener incidencia en las cuestiones fotoartísticas, se debe tener mucho cuidado en el positivado o impresión de la imagen, ya que en muchos casos se da que cumplen con los parámetros técnicos, antes mencionados, pero al momento de su registro sobre una superficie convenientemente seleccionada por el artista, los colores, tonos o valores pueden llegar a variar, separando y variando el concepto que el autor pretendía asignarle a su realización.

Con la comparación de estas características fundamentales para la pertinencia científica en el arte podremos darnos cuenta que por composición, técnica y por estética se podría dar lugar a la microfotografía en la fotografía artística. Para ello podríamos mencionar un par de ejemplos. Las primeras referencias artísticas con las que se vincularon las imágenes microfotográficas fueron hacia el arte abstracto, ya que en éste se podían observar elementos figurativos concentrados en formas y colores sin tratar de imitar modelos o formas naturales o comunes en el cotidiano. Por otra parte y a través del retrato, se ha intentado relacionar a la microfotografía dentro de las categorías fotográficas, ya que existen algunas fotografías de acercamiento que por medio de elementos figurativos, tratan de hacer alusión hacia los rasgos del aspecto humano; como las composiciones sobre la superficie de las alas de una mariposas que pueden aparentar ojos, nariz y boca; cualidad que puede simbolizar la microfotografía.

En la actualidad se pueden percibir que han surgido diversas expresiones en las cuales la ciencia y el arte se encuentran unificados. Quizás anteriormente alguna de las áreas presentaban un hermetismo por sus finalidades o tradicionalismos, pero en la actualidad el arte se ha abierto mucho a nuevas formas de expresión, en sus diferentes modalidades, y con la llegada de la era de la información que ha repercutido tangencialmente en las formas de ver y de apreciar el arte en la sociedad; ya que este factor tecnológico siempre ha estado a la par con la ciencia y el arte constantemente, y quizás más en la actualidad, anda en busca de nuevas tecnologías para mejorar o evolucionar los soportes que puedan crear un mayor impacto visual.

Con ello, es un hecho que el arte contemporáneo se ha caracterizado por la libertad que tiene el artista para producir, apropiarse e intervenir una obra; es decir, “se han librado de la carga de la historia y son libres para hacer arte en cualquier sentido que deseen, con cualquier propósito”[10] y utilizando las herramientas propicias a su finalidad sin importar el área o las áreas con las que deba interactuar. Como es el caso de la biología y el arte; es una muestra fehaciente de cómo la fotografía científica empieza a diluir las fronteras que se habían expuesto anteriormente en medio de estas disciplinas; dado que las dos comparten un objetivo en común, la naturaleza como expresión artística. Como por ejemplo, se puede curiosear en el concurso que organiza Nikon[11] cada año, de nombre “SmallWord”, en donde se observa la interacción de científicos y artistas interesados en esta forma de proyectar su concepción artística. Otro caso es el proyecto que se está llevando a cabo de nombre “Biósfera”[12] en el cual a través de esculturas colocadas en las vías públicas y distribuidas, en pequeñas representaciones, a formadores de opinión; tratan de crear la reflexión de que el mundo está en nuestras manos.

Ya sea por medio de la fotografía o de la escultura, es notable que la ciencia o el arte, pueden compartir puntos en común y hasta podríamos comentar que una gran característica de estas uniones disciplinarias es que tanto el uno como el otro pueden impulsarse en el desarrollo de nuevos descubrimientos y conocimientos. En la que se permiten varias vertientes de análisis; debido a que “puede ser parte de la obra misma, puede interaccionar con el medio, estar sujeta a conceptos científicos y hasta puede ser modelada por el público”[13]; y así alcanzar elementos sólo estéticos o formar parte del mensaje de una obra y viceversa.

3.- Conclusiones.

Por ende, y con todo lo anteriormente expuesto, podemos conceptualizar que la ciencia y el arte desde sus inicios han estado íntimamente ligados; han existido a través de la historia diversas tenciones que han marcado notables diferencias en cuanto a sus finalidades, pero es un hecho que en la actualidad hay notables intenciones por desvanecer las desemejanzas, principalmente en cuestiones biológicas. Esto nos lleva conceptualizar, en breve, que las ciencias en sí se avocan a la producción de conocimientos en relación con la naturaleza o a los individuos en sociedad. Mientras que las artes, artesanías y diseñadores están en busca de lo estético, de una belleza proporcionada por la cualidad del individuo por sentir, emocionarse o por el simple gusto hacia algo. La tecnología es la que se encarga de proporcionar herramientas para la creación y producción de bienes de consumo. Con estas concisas concepciones podremos llegar a la conclusión de que cada factor se encuentra relacionado entre sí en la esencia fundamental de las artes pláticas; es decir, “los sistemas estéticos de producción, no existen sin los productos tecnológicos ni los científicos, sociales o religiosos”[14]. Es indudable que por cuestiones artísticas, estéticas comparten grandes características las imágenes microfotográficas que nos puede ofrecer la ciencia, pero hay un elemento fundamental en las artes visuales al que deben aludir, nos estamos refiriendo al discurso o al agente literal. El discurso es el que da el carácter a la obra y que será pertinente analizarlo en capítulos procederos.

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v Pablo Oyarzun R., Filósofo http://www.explora.cl/otros/arte/cienciarte.html (01 de diciembre de 2009).



[1] Picaude, Velérie. Arbaïzar Phlippe. La confusión de los géneros en fotografía. Francia, Gustavo Gilli, 2004. P. 178

[2] Pablo Oyarzun R., Filósofo http://www.explora.cl/otros/arte/cienciarte.html (01 de diciembre de 2009).

[3] Picaude, Velérie. Arbaïzar Phlippe. La confusión de los géneros en fotografía. Francia, Gustavo Gilli, 2004. P. 177

[4] Idem. P. 177

[5] http://www.explora.cl/otros/arte/cienciarte.html (01 de diciembre de 2009)

[6] Acha, Juan. Los conceptos esenciales de las artes plásticas. México, Coyoacán, 1999. P. 33

[7] Idem. P. 33

[8] Fontcuberta, Joan. Estética fotográfica, España, Gustavo Gilli, 2007. P. 84

[9] Deribere, J. Porchez, G. Tendrón. La fotografía científica, Francia, Omega, 1967. P. 2

[10] Danto Arthur C. Después del fin del arte. El arte contemporáneo y el linde de la historia. Barcelona, Paidos, 1999., P. 26

[11] http://www.nikonsmallworld.com/gallery.php (25 de noviembre del 2009)

[12] Fargas, Joaquín. “El encuentro del arte, la ciencia y la tecnología”, en Razón y Palabra, No. 65, México, 2009. http://www.razonypalabra.org.mx/N/n65/actual/jfargas.html (01 de diciembre de 2009)

[13] Idem.

[14] Acha, Juan. Los conceptos esenciales de las artes plásticas. México, Coyoacán, 1999. P. 26